El orégano se quema fácil, por eso hay que agregarlo cuando la salsa está cocida o al sacar la pizza del horno, sobre el queso.
Para que la pizza tenga un sabor «más norteamericano», agregarle albahaca fresca picada al final en lugar del orégano.
Para que la pizza quede bien crocante, ponerla por 5 minutos directamente en el piso del horno cuando le ponemos el queso, y luego subirla al estante para que el queso se dore.
Para que el queso se derrita parejo usarlo rallado -como está en eltruco para que el queso rinda más– y echar un chorrito de aceite sobre la prepizza antes de llevar al horno.
Grosa!
Leandro says
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