Esta sopa de calabaza se hace en un ratito y no necesita ensuciar la procesadora 😀
Puede reforzarse agregando una cucharada de sémola -más cremosa-, ajo picado -más aroma- o cubitos de queso fresco, pero así tal cual como está la receta es de bajas calorías y muy llenadora.
Rallar con la parte fina del rallador 1 1/2 taza de calabaza y 1 cebolla mediana (puede picarse chiquita con cuchillo si no tenemos ganas de llorar 😀 )
Poner en una cacerolita a hervir la calabaza y la cebolla con 3 tazas de agua y 1 cda de azúcar para resaltar el sabor. Cocinar unos 10/15 minutos a fuego bajo hasta que se cocinen las verdudas, revolviendo de vez en cuando y revisando que no se evapore el agua y se seque.
Con el zapallo cocido, agregar 1 cda colmada de maicena disuelta en media taza de agua. Cocinar revolviendo todo el tiempo para que la fécula se cocine pareja. Para hacer la versión con sémola, agregar dos cucharadas de sémola en forma de lluvia, revolver y agregar otra taza de agua.
Cuando tenga una buena consistencia agregar sal y nuez moscada a gusto (o nada para una sopa más dulzona). Servir en plato precalentado con agua caliente, espolvoreada con perejil o con cubitos de queso fresco.