400 grs de matambre (pref. la parte delgada)
2 dientes de ajo
unas hojas de salvia fresca
1 pimiento rojo
4 cebollas de verdeo grandecitas (o 2 cebollas medianas)
3 cdas de aceite
1/2 vaso de vino blanco
orégano y laurel fresco
1 cda de pimentón
500 cm3 de puré de tomates (o 2 latas de tomate escurrido en conserva)
2 tazas de caldo de carne o verduras
Marinada para la carne: 1/2 taza de aceite, 1/2 taza de vinagre de vino, 1 diente de ajo pelado y cortado a la mitad, 1/2 cdta de sal fina
Mezclar los ingredientes de la marinada, quitar la grasa a la carne y ponerla en una fuente en que pueda estar extendida. Rociar para cubrir con la marinada y llevar a la heladera por unas horas hasta que la carne se vea blancuzca. Esto es fundamental para que quede tierna. Sacar del "remojo" y secarla un poco con papel de cocina.
Acomodar las hojas de salvia y los dos dientes de ajo picados sobre los cuadrados de matambre.
Arrollarlos apretados para que no se escape el ajo y atarlo con una vuelta de hilo de cocina atado en los extremos. No coserlo porque va a complicar demasiado para servir y va a romper la carne.
Calentar el aceite en una olla y dorar dando vuelta los rollitos de matambre, con cuidado de no quemarlos.
Agregar el pimiento cortado en cubitos (sin semillas y sin las nervaduras blancas) y las cebollas de verdeo en rodajas de 1/2 cm. Rehogar bien todo con la carne, revolviendo para que no se pegue la cebolla.
Cuando las verduras se vean cocidas, desglasar con el vino blanco y dejar evaporar el alcohol a fuego fuerte, revolviendo de vez en cuando. En un par de minutos debería estar.
Agregar el tomate y 1 cdta de azúcar y esperar a que vuelva a romper el hervor y revolver. Si se utilizan tomates de lata, picarlos bien antes de agregar.
Cuando el tomate hierva, agregar el caldo caliente con el pimentón disuelto allí, el orégano, el laurel y llevar a fuego bajo por un par de horas hasta que se reduzca bien. El secreto del tuco es que hierva muchas horas para que el tomate no quede ácido y la carne largue todo su sabor a la salsa. La mejor manera de probar cuando está listo el tuco, es... MOJAR UN PANCITO Y PROBARLO 😀 No echar sal hasta que se haya reducido bastante porque puede quedar demasiado salado.
"Pescar" los rollitos de la olla, desatarlos y cortarlos en ruedas de 1 cm aprox. para que queden como rulos. Servir la salsa sobre la pasta -¡no ahorren salsa!- y la carne con un poco más de salsa en una fuente aparte. No hay nada más triste que un pedazo de matambre con fideos pegados 🙂
OPCIONES PARA EL TUCO DE MATAMBRE:
Toda esta receta puede hacerse con cualquier corte de carne. Si utilizan un pedazo de bola de lomo o nalga, p.e. pídanle al carnicero que les corte bifes como para milanesas y ahorren el paso de la marinada. Para cortes más duros como la tapa de asado, marínenlo pero agreguen la salvia y el ajo picado a la marinada y cocinen sin enrollar.
El tuco puede congelarse y queda PERFECTO. Con la salsa lista, corten la carne y separen en porciones con cantidad equivalente de salsa y rulos de matambre. Si meten todo en el freezer como viene, se les va a complicar después descongelar, desatar y cortar la carne porque va a demorar en estar blanda mucho más que la salsa.